Las fotos están tomadas en Fort Davis Texas, con una EOS-5D y una lente de ojo de pez de 15 mm. Parte del secreto es un filtro llamado hydrogen-alpha que capta la longitud de onda visible de emisión del hidrógeno.
Cada fotograma se tomó con una exposición de 20 segundos. La luz que llega desde las lejanas galaxias es demasiado débil como para que nuestros ojos la puedan apreciar en todo su esplendor a simple vista: ha de transcurrir cierto tiempo para que los detalles queden registrados en la película fotográfica o el sensor de una cámara. Esa es la razón por la que los seres humanos nos perdemos un magnífico espectáculo cada vez que miramos al cielo, aparte de nuestro limitado espectro visual.
Para crear el vídeo se tomaron las fotos originales en JPEG y se ajustaron con Photoshop, luego se montaron con QuickTime Pro y se editó la secuencia definitiva con Vegas Movie Studio 9 de Sony.
(De MICROSIERVOS)
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