Una obra variada es la que nos brinda Ramón este mes que



Me intriga la quietud de los gauchos; el realismo y belleza del sij -para mi la mejor obra de esta serie-; la evanescencia del apunte; la desnudez del crucero y la montaña; la espontaneidad del dueto; el colosalismo del paso de Guara; la bonachona perspicácea de Casimiro; la luz que inunda el valle, profanado por el viejo convoy; la -dudosa- somnolencia de la mujer y el aguila blanca que trastoca el estilo "natural" en que el autor está cómodo, fuerte, potente. Bien está ampliar nuevos horizontes y nuevas dimensiones, pero si me permites un humilde consejo, tus genes pictóricos, o sea, tu genialidad -es evidente su raiz común- cuando manejas los pinceles, están en las nueve obras anteriores. En el resto de tus criaturas. Vaya por delante y como fin de la "charla" de este mes, la ignorancia del comentarista respecto del mundo abstracto. Una pena.
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